Entendiendo cómo clamar a Dios efectivamente en momentos de necesidad

Entendiendo el clamor a Dios

El clamor a Dios es una expresión profunda del corazón, que surge cuando sentimos una necesidad urgente de su ayuda y guía. Clamar a Dios significa elevar nuestras súplicas con fe, esperando que él responda de acuerdo a su voluntad. Veamos qué nos enseña la Biblia sobre el clamor a Dios.

El clamor sincero del corazón

Cuando clamamos a Dios no se trata simplemente de recitar palabras, sino de expresar con sinceridad lo que sentimos. Los salmos están llenos de clamores donde el salmista derrama su corazón con transparente honestidad. Por ejemplo en Salmos 142:1-2 leemos: "Con mi voz clamo a Jehová; Con mi voz suplico a Jehová. Delante de él expongo mi queja; Delante de él manifiesto mi angustia." Nuestro clamor debe ser un reflejo genuino de nuestro interior.

Clamar en momentos de necesidad

Frecuentemente clamamos a Dios en momentos cuando nos sentimos desesperados, abrumados por las circunstancias. El salmista clamaba: "Jehová, escucha; Jehová, perdona; Jehová, atiende y obra. No te detengas por amor de ti mismo, Dios mío, porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo." (Daniel 9:19). Cuando nos encontramos en dificultades, debemos clamar a nuestro Padre celestial pidiéndole misericordia y ayuda. Él promete respondernos cuando lo busquemos de todo corazón.

Dios responde nuestro clamor

La Biblia contiene muchos ejemplos de cómo Dios respondió cuando su pueblo clamó a él. En Jueces 3, los israelitas clamaron a Dios pidiendo ser librados de la opresión, y Dios les envió un libertador. En 1 Samuel 7, los israelitas se reunieron para ayunar y clamar al Señor, y él les dio una gran victoria. Una y otra vez, vemos que cuando se humillan y claman con sinceridad, Dios escucha y responde.

Debemos clamar a Dios primero

Antes de buscar ayuda en otras personas, debemos acudir primero a Dios en oración. El salmista declara: "A Jehová llamé en mi angustia, Y a mi Dios clamé" (Salmos 18:6). Muchas veces cometemos el error de clamar a amigos y familiares primero, y a Dios después. Dios debe ser nuestro primer recurso, porque él controla todas las circunstancias. Acudamos con confianza ante su trono donde hallaremos gracia y misericordia en tiempos de necesidad (Hebreos 4:16).

Cómo clamar a Dios efectivamente

Entonces, ¿cómo podemos clamar a Dios de una manera que le agrade y mueva su corazón a responder? Veamos algunos principios importantes.

Con fe

Debemos clamar con fe, creyendo firmemente que Dios nos escucha y tiene el poder de intervenir. "Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan" (Hebreos 11:6). La fe espera con confianza el cumplimiento de la promesa divina.

Con humildad

Nuestra actitud al acercarnos a Dios debe ser de humildad y sumisión. "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Santiago 4:6). Reconozcamos que no merecemos nada, pero confiemos en su misericordia. El publicano que oró "Dios, sé propicio a mí, pecador" (Lucas 18:13), es un ejemplo de humildad que agradó al Señor.

Con arrepentimiento

Si necesitamos perdón de pecados, clamemos con sincero arrepentimiento. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." (1 Juan 1:9). No podemos esperar el favor de Dios si no estamos dispuestos a abandonar las cosas que ofenden su santidad.

Con sumisión

Sometamos nuestra voluntad a la voluntad de Dios, confiando en su sabiduría y bondad. Jesús nos enseñó a orar: "Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra" (Mateo 6:10). Alineemos nuestros deseos a los propósitos eternos de Dios.

Con perseverancia

Persistamos en la oración hasta recibir la respuesta de Dios. "Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias." (Colosenses 4:2). Algunas peticiones requieren que esperemos con paciencia la hora de Dios. Debemos perseverar confiando en sus tiempos perfectos.

Dios responde de diferentes maneras

Debemos entender que Dios no siempre responde de la manera que esperamos o en nuestro cronograma. A veces en su sabiduría escoge responder de una manera diferente a la que imaginamos. ¿Cómo podemos reconocer la respuesta de Dios a nuestro clamor?

Mediante su Palabra

A menudo Dios responde revelando verdades de la Biblia que nos guían y fortalecen. Mientras clamamos con un corazón abierto, el Espíritu Santo puede hacer que algún versículo cobre vida consolándonos o dirigiéndonos.

A través de otros creyentes

Dios pone personas en nuestro camino para orientarnos y apoyarnos en respuesta a nuestras oraciones. Un consejo oportuno, una palabra de aliento, la ayuda práctica de otro creyente, pueden ser respuestas de Dios a nuestro clamor.

Mediante circunstancias

Dios obra a través de las circunstancias para llevar adelante sus propósitos en respuesta a nuestro clamor. Aunque no siempre entendamos todo el cuadro, debemos confiar que él está obrando para nuestro bien.

Con paz en nuestro corazón

Aunque no veamos la respuesta exterior inmediata, Dios puede responder dándonos una paz profunda en nuestro corazón para soportar la situación. "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús." (Filipenses 4:7).

Dios sabe lo que es mejor

Aunque nos cueste entenderlo, debemos confiar que Dios sabe lo que es mejor y no comete errores al responder nuestros clamores. Él ve el cuadro completo mientras nosotros sólo percibimos una pequeña parte. Clamemos con esta fe: "Porque jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones". (Salmos 100:5).

FAQs

¿Por qué debo clamar a Dios en vez de intentar resolver mis problemas por mi cuenta?

Dios es omnipotente, omnisciente y controla todas las circunstancias. Cuando clamamos a él, liberamos su poder para obrar en nuestra situación de una forma que nosotros no podemos. Depender de nuestras propias fuerzas es inútil.

¿Qué debo hacer si no siento a Dios respondiendo a mi clamor?

Sigue clamando con perseverancia, y busca en la Biblia alguna promesa para aferrarte mientras esperas la respuesta. Dios responde a su tiempo perfecto, y mientras tanto nos da su paz. Evalúa si hay pecado que te separa de su bendición.

¿Necesito ayunar para que Dios responda cuando le clamo?

El ayuno no es obligatorio pero puede expresar la intensidad de nuestro ruego. Dios mira principalmente nuestra sinceridad, fe y sumisión. El ayuno ayuda a enfocarnos y humillarnos ante Dios.

¿Cómo sé si una idea o deseo que tengo es la respuesta de Dios a mi clamor?

Debes juzgar esa idea o deseo a la luz de las Escrituras y el consejo de creyentes maduros. Lo que contradice principios bíblicos no puede ser de Dios. Pide discernimiento para reconocer su respuesta.

Si mis oraciones no son contestadas, ¿significa que Dios no me ama?

¡De ninguna manera! Dios siempre nos ama y sabe qué es mejor. Debemos perseverar confiando en su sabiduría y su perfecto amor por nosotros. Sus tiempos y caminos son más altos que los nuestros.